(1520-1594)
Traductor de la biblia al español
Primer traductor de la Biblia en Lengua hispana, casiodoro de Reina, o “Reyna” como él firmaba y C.de Valera le nombró, es uno de los grandes desconocidos del siglo XVI español, a pesar de que su talla intelectual y su contribución al pensamiento moderno está a la altura de otros personajes de su época (Calvino, Zwinglio o Lutero). Perseguido por la Inquisición, por las autoridades españolas y por algunos calvinistas ultra-ortodoxos, es uno de los mayores exponentes del intento de implantar la reforma en España. Supo ser tolerante en una sociedad intolerante y dogmática. Su mayor aportación fue la primera traducción de la Biblia al castellano, leída hoy día por millones de personas en todo el mundo
Nacimiento: Nació en 1520 en Montemolín, entonces Reino de Sevilla, actualmente municipio de la provincia de Badajoz, tal y como se indica en el auto de fe celebrado en Sevilla en 1562, lo cual confirma la dedicatoria en una Biblia para el ayuntamiento de Francfort, donde escribe "Cassiodorus Reinius Hispanus Hispalensis", esto es, español de Sevilla.
Etapa monacal: Ingresó en el monasterio Jerónimo de San Isidoro del Campo en Santiponce (Sevilla); este convento se había transformado en un foco de "luteranismo" (Antonio del Corro, Cipriano de Valera, etc), hasta el punto de atraer sobre sí la atención de la Inquisición. El Nuevo Testamento de Juan Pérez de Pineda y otras obras protestantes, traídas de contrabando por Julianillo Hernández, eran el alimento cotidiano de los frailes de aquel convento. De hecho, Casiodoro se transformó en el guía espiritual de aquel lugar e incluso del grupo seglar simpatizante de las doctrinas de la Reforma en la ciudad de Sevilla . Según testimonio de los mismos inquisidores Casiodoro había propagado con mucho éxito la doctrina evangélica entre los seglares de Sevilla (interrogatorio de María de Bohorques); basándose sobre documentos hoy desaparecidos, el historiador de la Inquisición Juan Antonio Llorente dijo ser debida a ‘un Fray Casiodoro’ la súbita conversión al luteranismo de todos monjes de San Isidro; en su libro ‘Sanctae Inquisitionis Hispanicae artes’, afirma Casiodoro solamente que fueron dos frailes de San Isidro a dar ‘inicio a este negocio’, con el resultado que en pocos meses casi todos los frailes del convento o se habían convertido o al menos simpatizaban con ellos .
Persecución: Ante la represión de la Inquisición que culmina con el auto de fe de 1557, Casiodoro y otros compañeros, entre los que estará Cipriano de Valera, huyen a Ginebra, donde se une a la iglesia de los Italianos y posteriormente llega a pastorear una pequeña congregación de españoles. De todos los frailes de San Isidro del Campo que en 1557 huyeron de Sevilla y se dirigieron a Ginebra, fue Casiodoro de Reina el único que no tuvo que hacer estudios suplementarios de teología bajo Théodore de Bèze en Lausanne y también el único (aparte de Juan de Sosa, un joyero anabaptista de Sevilla, ahogado en Amberes en 1560) a quien los Inquisidores sevillanos en el Auto de Fe de 23 abril 1562 dieron el honorable título de ‘heresiarca’, es decir, maestro de herejes . Un segundo grupo huyó a Frankfort. Sin embargo, lo que ve en Ginebra no es de su agrado: La condena de Servet y la rigidez imperante le llegan a hacer decir que Ginebra se ha convertido en una nueva Roma, tras lo cual decide marcharse a Frankfort en 1559, uniéndose allí a la iglesia Calvinista de habla francesa.
Cuando Isabel I asciende al trono de Inglaterra, Casiodoro se encamina hacia allá, encontrándose a otros españoles que huyen de la persecución en España, siendo elegido pastor de la congregación de habla española. Otros españoles reformados tales como Juan Díaz y Juan de Leon no pudieron llegar a este país, siendo capturados y devueltos a España para ser juzgados por herejes.
Acusación de herejía: El diálogo de Poissy, en 1561, al que asistió por la mediación del embajador inglés en Francia, fue el lugar elegido por los enemigos de Casiodoro para denunciarle como hereje. Su confesión, que había sido aceptada por el obispo Grindal y las iglesias extranjeras en un principio, fue poco tiempo después condenada, acusándole de antitrinitario y luterano. En la parte tercera de su Confesión se encuentran una serie de afirmaciones que señalan la falta de textos bíblicos que enseñen el bautismo de niños antes de alcanzar el uso de razón, pero las acusaciones más graves se vertieron hacia su moralidad, acusándole de sodomita. El principal de sus antagonistas va a ser Baltazar Sánchez. Por el contrario su defensor más ferviente fue el obispo Grindal.
Matrimonio: En 1562 solicita a la reina de Inglaterra, de la cual era amigo personal, que se le conceda el uso de una iglesia para sus cultos, petición que será atendida, pues se les permite el uso de la iglesia de Santa María de Harás. Poco después se casa, como también hizo Lutero tras colgar los hábitos, y trae a sus padres convertidos a le fe evangélica .
Inicio de la traducción de la Biblia:Durante su estancia en Inglaterra inició el trabajo para la traducción de la Biblia en lengua castellana, haciendo indagaciones incluso acerca de un impresor dispuesto a asumir los riesgos de dicha empresa. Ante las maquinaciones de Felipe II, que le pone espías y precio a su cabeza, como se lee en una carta del gobernador de Amberes a la regente de los Paises Bajos: ‘Su Majestad ha gastado grandes sumas de dineros por hallar y descubrir al dicho Casiodoro, para poderle detener, si por ventura se encontrase en las calles o en cualquier otro lugar, prometiendo una suma de dinero a quien le descubriese’. Casiodoro se marcha al continente errando durante más de tres años entre Francfort, Heidelberg, el sur de Francia, Basilea y Estrasburgo. Finalmente, se establece a la ciudad de Amberes acompañado de su familia.
En Amberes fue absuelto de las acusaciones de herejía y sodomía por los tribunales de esa ciudad. La situación quedaba en suspenso y sus enemigos aprovechaban para echar todo tipo de descalificaciones sobre su persona. Algunos autores han hablado de la relación de Casiodoro de Reina con el espionaje inglés. Esto es del todo imposible, ya que no hay ni un solo documento que lo demuestre. Tan sólo se sabe que cobraba una pensión de 70 libras de pensión.
A principios del año 1565 se le propuso pastorear una congregación en una Iglesia Calvinista de Estrasburgo, al tiempo que completaba la traducción de la Biblia, pero la intervención de tres teólogos calvinistas, que le acusan de faltas graves en su concepción de la Eucaristía y la ascensión del Señor, dificultaron su nombramiento. Casiodoro escribió una defensa, pero los informes que llegaron de Londres parecían ratificar las acusaciones de los teólogos. Las razones por su enemistad con los calvinistas procede de su afinidad a Sebastián Castellion (traductor de un NT al latín, del cual se usó Enzinas para traducir al castellano el NT), opuesto a Calvino y los calvinistas, entre los que se encontraban Juan Pérez, Valera y otros españoles, por considerarlo “tolerante en materias de religión”. A este llegó incluso Casiodoro a escribirle una carta llamándole “docto et pio viro Sebastiano Castalioni”.
A partir de este momento, Casiodoro se convirtió en sospechoso para los calvinistas de Ginebra por sostener que también a los anabaptistas se les debía considerar como hermanos, por propagar entre los refugiados españoles el libro de Castellion sobre ‘que no se debían quemar los herejes’ y por decir que Miguel Servet había sido quemado injustamente en Ginebra. . La carta de defensa de Casiodoro a la Iglesia de Estrasburgo no disipó las dudas de sus intentaba disculpar algunas contradicciones de su anterior defensa. El resultado de toda esta controversia fue la pérdida de la oferta del pastorado en Estrasburgo y su partida de nuevo a Frankfort. A partir de este momento se dedica exclusivamente a traducir la Biblia al castellano.detractores y en una segunda nota escrita en enero de 1566,
Publicación de la Biblia: En Frankfort reanuda sus trabajos sobre la traducción de la Biblia al castellano para lo cual cuenta con el apoyo económico de Simón Sulzer y Huldrich Köchlein, dos luteranos de Basilea y Marcos Pérez, un banquero calvinista. Al terminar el Antiguo Testamento, en 1567 viajó a Basilea, para firmar el primer contrato para la edición de 1100 ejemplares de la Biblia en el verano de 1567 con el famoso editor Oporino, antiguo amigo de Enzinas, adelantando 400 florines. Por desgracia para Casiodoro, en el mes de julio 1568 y antes de poder dar comienzo a la impresión de la Biblia, Oporino murió y resultó estar de tal manera embargado y arruinado.
A pesar de lo anterior, la noticia llegó con errores a Madrid, haciendo pensar a la Inquisición que efectivamente se había impreso la Biblia, por lo que en el verano de 1568 se ordenó a los inquisidores de los puertos de la península de estar bien sobre aviso sobre los libros que entran, pues ‘Casiodoro ha impreso en Ginebra la Biblia en lengua española’. La respuesta del Tribunal de Granada no se hizo esperar y el 2 de Julio de 1568 escribe: ‘Después de muchos controles podemos asegurar a vuestras Excelencias que en este reino [de Granada] no ha entrado ni un solo ejemplar de la Biblia de Casiodoro’. Bien lo podían decir, pues por esa fecha la Biblia de Casiodoro no sólo no se había comenzado a imprimir, sino que la muerte de Oporino.
Fue entonces que intervino de nuevo Marcos Pérez, prestando a Casiodoro a fondo perdido la suma de 300 florines (equivalente al sueldo de tres años de un profesor de Universidad) que sirvieron para cerrar un nuevo contrato con el impresor Thomas Guarin, como revela la dedicatoria de una Biblia de Casiodoro a la Universidad de Basilea, que dice ‘typis ab honesto viro Thoma Guarino cive Basiliensi excusam’. En esta ocasión, se imprimieron 2600 ejemplares de la Biblia completa en 1569. La Biblia, es conocida como “La Biblia del Oso” por el dibujo que tiene en su portada. Dicho oso, era la estampa de Samuel Apiario, un editor de libros de pequeño formato y texto limitado al que Casiodoro compró o pidió prestado la grafía, ya en desuso para Apiario, para ilustrar la portada de la después llamada Biblia del oso . Esta es pues la primera traducción de la Biblia al castellano a partir del hebreo y del griego. Su amigo Sturm escribió a petición suya una introducción dedicada a la Reina Isabel, aunque se decide suprimir la dedicatoria, para que los lectores españoles no se sientan ofendidos. En el catálogo o cartel de ventas que Guarin imprimió para la feria de libros de Francfort de 1578 figura la Biblia de Casiodoro: ‘Biblia in Hispanicam linguam traducta’
Fuentes empleadas para la traducción: Sobre las fuentes utilizadas por Casiodoro para la traducción de su Biblia nos informa parcialmente él mismo en su ‘Amonestacion al lector’: Además de las fuentes originales hebrea y griega, la version de Sanctes Pagnini y la doble edición judeo-española de Ferrara 1553. Para las partes griegas del Antiguo Testamento Casiodoro parece haber seguido sobre todo la Biblia latina de Zürich y en parte la de Castellion, de quien tomó no solo el término ‘Jehová’ en lugar del comúnmente usado Señor’, sino también el modo de indicación de los textos añadidos de la Vulgata. Ambas Biblias han sido silenciadas por Casiodoro, así como las versiones castellanas igualmente utilizadas (Enzinas, Juan Pérez y Juan de Valdés), pues todas figuraban ya en el Indice de libros prohibidos de Roma y de España. Y siendo precisamente la divulgación de la Biblia en España su mayor interés, Casiodoro intentó prevenir a la ineludible prohibición inmediata, haciendo pasar su Biblia como obra católica y respetando el orden de los libros bíblicos según la Vulgata, cuyo Canon había sido recientemente confirmado por el concilio de Trento.
Cuando se comenzó la impresión, la traducción de Casiodoro no estaba terminada, sobre todo la del Nuevo Testamento, y a medida que avanzaba el trabajo de las prensas, Casiodoro se vio cada vez más apremiado por el tiempo. Las esperanzas que Casiodoro tenía de utilizar todavía la revisión del Nuevo Testamento de Juan Pérez que se imprimía en Paris se vieron frustradas en 1568 por la intervención del embajador español que ordenó el apresamiento de los editores y requisó el material encontrado. Sólo le quedaban pues la versión de Enzinas y las cartas paulinas traducidas por Valdés, de donde Casiodoro a veces incorporó literalmente frases o expresiones en su propio texto o a veces las indicó solamente al margen como ‘otras variantes’. Al llegar al Apocalipsis, en junio de 1567, la labor del impresor había casi ya alcanzado a la del intérprete y a Casiodoro no quedó otro remedio que servirse a manos llenas del correspondiente texto de Enzinas, contentándose meramente con una rápida revisión.
Distribución de la Biblia: Después de la publicación de la Biblia, ‘en septiembre 1569’ como reza la portada y en la que, por razones obvias de cautela para su difusión en tierras católicas, no se mencionaban ni el nombre del traductor ni el lugar de impresión, los enemigos de Casiodoro no levantaron la guardia. Apenas un año y medio más tarde, el 19 de enero 1571, el Consejo Supremo de la Inquisición se había enterado ya de que ‘la Biblia en romance’ se había impreso en Basilea y ordenó la recogida de todos los ejemplares que se descubrieran. Diez años después, en 1581, el titular del obispado de Basilea, Blarer von Wartensee, denunciaba al cardenal Carlo Borromeo que en Basilea se habían impreso con fecha de 1569 unos 1600 ejemplares de la Biblia en español y que 1400 de ellos acababan de ser enviados de Francfort a Amberes. En Amberes finalmente se cambiaron las portadas de muchos de estos ejemplares por el frontispicio del célebre Diccionario de Ambrogio Calepino a fin de poderlos mejor difundir en España. Esta estratagema no funcionó siempre, como demuestra el caso un envío descubierto por la Inquisición en 1585, que dio lugar a un nuevo avisó a los tribunales de provincia: ‘Biblias en español, cuviertas de ojas del Calepino, se prohiven’. Otros muchos ejemplares quedaron durante decenios depositados en manos de los miembros de la familia de Casiodoro en Francfort, quienes hicieron ‘refrescar’ periódicamente los ejemplares invendidos actualizando las portadas. Esto explica que existan ejemplares con el falso pié de imprenta ‘Frankfort 1602’, Frankfort 1603’ o ‘Frankfort 1622’ .
Su residencia final: Su residencia a partir de 1570 va a ser Frankfort, donde sobrevive dando clases a hijos de familias judías acomodadas. Tras los primeros meses Casiodoro se integró en la capilla calvinista, aunque Teodoro de Beza, otro de sus antagonistas y estudioso del NT griego realizando aportaciones al Textus Receptus de Robert Stienne (Stephanus) de 1550, escribió repetidas veces al consistorio de Frankfort para que no fuera admitido. El 6 de Agosto Casiodoro cumple su sueño y manda cuatro toneles llenos de Biblias a su amigo Huber, para que los introduzca en Flandes y de allí partan para España.
Otras obras: La obra de Casiodoro de Reina continúa con un comentario del libro de San Lucas y la exposición del capítulo 4 de San Mateo dedicada a los teólogos de Basilea (aparecidas en latin en 1573, Frankfort). Posteriormente publica una nueva confesión de fe en 1580, publicada en latín, francés y holandés. Los años pasaron tranquilamente en este periodo (1571- 1578). Recibió el nombramiento de ciudadano por el ayuntamiento de Frankfort en 1573 y la propuesta de pastorear una iglesia en Polonia, oferta que rechazó. Tras la Paz de Amberes de 1578, una comunidad de esta ciudad le ofreció el pastorado, pero antes de aceptar el cargo, Casiodoro decidió viajar a Londres y aclarar de una vez por todas las acusaciones que tenía en su contra, recibió el apoyo de su amigo Cipriano de Valera. El veredicto final de una comisión inglesa le declaró inocente de todas las acusaciones.
Fue el autor de la Declaración o Confesión de Fe hechas por ciertos fieles españoles, que huyendo de los abusos de la Iglesia Romana y la crueldad de la Inquisición de España, hicieron a la iglesia de los fieles para ser en ella recibidos (Frankfort, 1577) y una traducción al francés de Historia Confessionis Augustanae (Amberes, 1582).También redacto unos Estatutos para una sociedad de ayuda a los pobres y perseguidos, en Frankfort, que ha llegado hasta nosotros . La última declaración que conocemos del evangélico español, es la pronunciada pocos días antes muerte ante sus fieles en 1593. La vida de Casiodoro de Reina, como la de Martín Lutero, fue una carrera llena de obstáculos. Perseguido por la Inquisición, por las autoridades españolas y por algunos calvinistas ultra-ortodoxos. Supo ser tolerante en una sociedad intolerante y dogmática. Pero su mayor aportación fue la primera traducción de la Biblia al castellano, leída hoy día por millones de personas en todo el mundo.
Muerte: Casiodoro murió en Frankfort en 1594. La Inquisición lo quemó en efigie en el auto de fe celebrado en Sevilla en 1562 y sus escritos fueron puestos en el Índice de Libros Prohibidos. Al morir le sucedió en el pastorado de la comunidad luterana de habla francesa en Frankfort uno de sus hijos, Marcos. Allí se conserva un retrato suyo al óleo en el orfanato de los holandeses y un grabado en la sala de sesiones de los ministros evangélicos de esa ciudad, donde era muy respetado, que reza así: "Casiodoro de Reina, nacido en Sevilla..."
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